Sólo el principio de las mil y una grada que unen los niveles de los cientos de jardines que se encuentran primorosa y pulcramente cuidados por la comunidad Bahai, se ingresa por grupos y ordenadamente segun las solicitudes para su ingreso con un guía Bahai, en nuestro caso contamos con el mejor guía que conozco mi hijo Herbie, (Eduardo para sus conocidos en Israel, es su primer nombre, ahora su segunda patria). Nosotros preferimos empezar por la entrada superior y poder asi recorrer descansadamente los hermosos jardines, grutas, caídas de agua, diversas formas y esculturas, con miradores estratégicos para gozar de la armonía de los jardines y la lozanía de las flores, además de la preciosa vista de a ciudad y del mar mediterraneo. Empezamos con un sol radiante y terminamos con una ligera lluvia.
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